La figura de San Faustino
“Imagínate… Ser como Faustino Míguez”
Manuel Míguez nació, el 24 de marzo de 1831, en Acevedo del Río, provincia de Ourense (Galicia). Sus padres se llamaban Benito Míguez Seoane y María González Esteve. El más pequeño de cuatro hermanos: Carmen, Antonio y José.
Formaban una familia humilde pero feliz, donde los mayores ingresos, provenían de las rudas tareas del campo y alguna, que otra, chapucilla que Benito hacía para la gente de pueblos cercanos.
Desde bien pequeño Manuel debe ayudar en los trabajos de la casa y del campo. A él le toca cuidar el ganado de la familia. Ayuda en lo que puede.
Manuel es alegre y juguetón. Asombra su inteligencia despierta, su tesón en el trabajo. Está lleno de vida y de energía. Entre sus ocupaciones está la de sacar a pastar las dos vacas de la familia y en el campo aprovecha para juntarse con los otros niños del pueblo y ayudarlos en sus tareas escolares y al terminar… se van a jugar a la pelota, a pescar; pero su mayor diversión son las plantas, le “fascinan”. Las colecciona, las diseca, las clasifica…. Desde bien enano anuncia su vocación de estudioso de las plantas, con las que inventará los “Específicos Míguez”.
Un día sorprende a su madre:
“Cuando yo sea grande, ¡seré sacerdote!”. Cosas de niños piensa su madre. Con seis años va a la escuela en el pueblo vecino… ¡Cuántas caminatas!. Su madre, María, es una mujer sencilla y muy cristiana. Trata de educar a sus hijos y les enseña a rezar todos los días y amar tiernamente a la Virgen María. Les hace admirar y maravillarse de la naturaleza creada por Dios. Manoliño, como le llaman en casa, es un buen observador y aprende rápido: conoce las hierbas, le admira verlas crecer, hace jaulas, sabe de nidos, imita el canto de los pájaros, se hace catequistas de los más pequeños a los que premia con aceitunas. Eso de enseñar no se le daba nada mal. No sospechaba él, por aquel entonces, que andando el tiempo sería maestro, profesor y fundador de una Congregación Religiosa dedicada a la enseñanza: PIEDAD Y LETRAS.